viernes, 25 de mayo de 2018

Isabel Hortelano España




¿Como llevo estar lejos de casa y seguir con mi cultura? Hace un año y medio aproximadamente deje mi casa, un pueblo de Albacete (Hellín) de La Mancha profunda donde aún se dice "vohotros" "Haiga" o "Painar". A veces pesaba ¿Qué estoy haciendo aquí? Y un día me vi con el valor de coger un avión por primera vez en mi vida y salir de España. No me lo creía, pero recuerdo ese día como si fuera ayer, es uno de los mayores aciertos que he hecho nunca. Sentía miedo y alegría a la vez, una mezcla de sensaciones que brotaban por mi cuerpo, hasta que llegue a tierras holandesas.
No tenía ni idea de Holanda, ni de su cultura, pero si sabía mucho de la mía.
El famoso "choque cultural" es cierto. Nunca había visto nada más aya de España, y conocer gente que no habla tu idioma, que es totalmente diferente a ti, que donde tú eres cálido, ellos son hielo, todo era extraño, pero tenía claro que no quería dejar de ser yo misma y tener presente de donde vengo.
Pasaron los días, semanas y meses y al final consigues una mezcla homogénea perfecta donde fundes ambas culturas.
Al frío lo calientas, y al final consigues una persona totalmente diferente. Es increíble poder hacer algo así, una mezcla total de culturas.
Siempre te queda tu pequeño "gueto" de españoles, que aunque seáis de sitios totalmente diferentes de España parece que se han criado juntos, y formas una enorme familia.
En esos momentos y es donde te das cuenta no sólo del choque cultural entre extranjeros y españoles, si no entre los propios españoles.
Salir de casa nos hace cambiar y avanzar de cualquier manera un proceso de maduración tan rápido o más que un melocotón, pero siempre sin perder tu esencia.
Al final nunca dices un "vohotros" pero si hablas de tu pueblo como si fuera el mejor, hablas de tus costumbres con orgullo y las llevas a cualquier parte del mundo. Sin ir más lejos, yo tocando el tambor en Maastricht, una ciudad del sur de Holanda, como si estuviera con los más de 35.000 Hellineros tocando sin parar. Y es que duele perderse una costumbre que tanto quieres. Alguna lágrima ha caído por el camino, pero tú corazón está ahí aunque tu cuerpo esté en Holanda.
Lo más importante de este tipo de experiencias es vivirlas al máximo, sacarle el mayor jugo que puedas, ser feliz y nunca dejar de soñar pero sin abandonar tus raíces, ahí está la clave en ser tu en cualquier lugar del mundo, por más lejos que estés.

Isa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MIGRANTES Y DESPUÉS

Miguel y Ana España

Es tan bonito juntar un millar de culturas en el mismo lugar.... Nosotros nos quedamos con un poquito de cada una de ellas para el ...